El cebollino es una planta de la familia de la cebolla cuyo tallo es usado como hierba aromática. Aporta un sabor parecido a la cebolla, aunque más suave y elegante.
Es rico en vitaminas (C, B, K, D), minerales, fibra y ácido fólico. También contiene un elemento fundamental, como son los flavonoides, un compuesto con propiedades antioxidantes, antivirales, antialérgicas, antiinflamatorias y anticancerígenas. Tiene además propiedades antisépticas, estimulantes, digestivas y aperitivas.
Las propiedades del cebollino ayudan a regular los niveles de colesterol en sangre. Por un lado, disminuye el colesterol malo (LDL) y por otro aumenta los de colesterol bueno (HDL). El cebollino contiene potasio, un elemento que ayuda a la regulación de la sangre y a la síntesis de proteínas y células nerviosas. La alicina y los flavonoides reducen la presión arterial y la acumulación de placas en las arterias, minimizando el riesgo de hipertensión e insuficiencia cardíaca. Además de ser un antioxidante natural, el cebollino ayuda a detener la proliferación de bacterias, destruye microbios y desinfecta. No obstante, su acción es menos efectiva que la del ajo o la cebolla al poseer menor concentración de alicina. Su uso tópico (externo) ayuda a combatir infecciones por hongos. También favorece la cicatrización de las heridas y previene la aparición de moratones al mejorar la elasticidad de la piel y de los vasos sanguíneos. Tiene propiedades antibióticas que ayudan a destruir las bacterias nocivas, siendo un aliado contra gripes y resfriados. Al igual que la cebolla, el cebollino también proporciona numerosos beneficios para el cuidado y la salud de nuestra piel y cabello. Por un lado es un aliado eficaz para combatir la piel seca y el acné. Por otro, estimula el crecimiento, previene la rotura y proporciona un mayor brillo del cabello.